GLORIA

 Tengo tres años

y he muerto ya dos veces

Mi padre comía algarrobas 

a los tres años. 

Se relamía de su dulce

era como un manjar

que destrozó su vientre

Pero el odiaba  

las papillas de harina

El plato del día 

en el menú de la guerra.

Él también murió varias veces

antes de cumplir los diez.

Luego se llevó los certificados de enfermedad 

a su adultez.

Siempre deseé que hubiera sido feliz. 

Yo lo fui siempre 

paseando en su bicicleta 

me hacía volar libre

subida a la barra 

delante de su pecho

abrió siempre el espacio 

para mí. 

No había leído aún 

a Gloria Fuertes

más supe que era su gemela.

Quizás yo lo encontré 

ella dejó respirando 

partículas de rotura

la catástrofe es peculiar 

y se comparte en un suspiro. 

Fui una vieja de pueblo 

que odiaba las cucarachas

Me quitaba ese odio

bañándome en un barreño.

A plena luz.  A pleno sol

sin mamparas ni azulejos.

Cementando la gloria 

de ser pobre.

Cuando podía 

guardaba alguna peseta

en un monederito 

recuerdo mis dedos

liberar su cierre

dos bolitas

como dos ojillos

guardianes

Mi fortuna.

Quizás treinta monedas 

que me costaron una tunda

y aprender que el pan se gana.

De mayor he muerto 

muchas más veces.

Pero no las recuerdo

con tanta nitidez 

Luego un coche 

a veinte por hora

me dejó dormir 

por muchas horas

Pero tampoco me acuerdo 

porque ocurrió de noche

y la noche es para dormir. 

Me han apuñalado sin sangre

Eso me dolió más 

que mi sueño de amnesia 

Han sido tantas veces 

que me he acostumbrado 

y ya no gimoteo.

He muerto tantas veces...

tengo en mi alma

un agujero negro 

por cada una de ellas.

Y un grito desesperado

en la punta de la lengua 

que no se atreve a salir

Tengo presas las palabras más hermosas. 

Sólo las pronunciaré

a mis hijos

a mis nietos.

Y de vez en cuando 

Al morir otra vez.

MESCUDER 

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