te puedo hallar ahí,

en ese oleaje,

eres como el océano,

no me importaría

ni tan solo morir,

o nacer cada dia 

en ese lugar

que me recuerda a ti.

Veo tus ojos divinos

contenidos en sus aguas,

yo ya no temo dejar, 

o soltar, u olvidar,

o aceptar mis derrotas,

o pensar que jamás

me hubieras podido amar.

Ahí, en esa calma bravía,

seguiré viendo tus pupilas

túneles que llevan 

a este cielo terrenal,

y podrás ser para mi

una molécula infinita,

o el instante de luz que se precisa

para fijarte para siempre

en mis retinas.

Te puedo hallar ahí,

en el mar,

en cualquier esquina de mi alma.

Marga Escuder Gea





 

Comentarios

Entradas populares