Y si dejo de pensar

Y si dejo de pensar...
Si todo es tan solo
un estado de ánimo.
Si prohíbo que se crucen las ráfagas
las luces y la oscuridad,
si cierro las puertas
y me quedo conmigo
abrazada a mis sueños
esos que creí y que nunca cumplí
salvo en mis propios deseos.
Y si dejo de pensar...
aunque sea un instante
dejo de darme forma, y cuenta
y desaprendo y me desprendo
y me olvido.
Me bastaría el exiguo oxígeno
respirando despacio
o dejando de respirar...
me bastaría?
O quizás tuviera que sellar los portones
desde afuera
para no ceder a la tentación
de socorrerme, de socorrerlos.
Porque cada encuentro con el mundo
es mi propio desencuentro
y estoy perdida.
Y si todo es un estado de ánimo
que penetra en mi mente
cansada de mirar por las ventanas
volviéndose a diario
un dios muy común
un icono desgastado
al que no sirve rezar.

MEG