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Tu indiferencia
A veces, solo a veces,
cuando veo tu pequeña indiferencia,
quisiera decirte cómo me siento.
Tras pensar, en ese breve instante
que separa la emoción
del análisis, me detengo.
De qué servirá contarte
que tus actos me lastiman,
de qué servirá esperar un cambio
que solo yo visualizo...
Es mejor aceptar lo que esté dicho,
es mejor callar sin reclamar
lo que no nace sin pedirlo
nunca verá la luz del día
ni con mi llanto, ni con mi grito.
Se es lo que se es,
si la máquina de pensar está parada,
se es lo que te detienes a ser.
Meg
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