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GUERRA DE AMAPOLAS
Vemos nubes, nubes distintas,
nubes diminutas que adormecen los sentidos,
o negras nubes de tormenta.
He visto nubes rosas de dulce algodón,
y nubes desde las mismas nubes,
o por encima de ellas.
Pero hoy he visto la triste nube del desahuciado,
la nube tóxica a la que se le entrega el alma,
la nube que ya no se ve de entre todas las nubes,
y la he visto en el trueno entre sus dedos
y el relámpago en su pensamiento.
Allí tirado, bebido o drogado,
doblado, aterido, espantado,
escondido en un portal del infierno,
agarrándose tembloroso a las nubes de mis ojos.
MEG
Foto; La guerra de la Amapola
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