CLARIVIDENCIA DEBAJO DE LA PIEL

Quizás la pesadumbre que llevé en mis hombros
o el candor que cedió al apretar mis manos
cayendo, esparciéndose, perdiéndose en la mañana,
quizás el rencor que aparqué finalmente
cansada de empujarlo a todas partes,
quizás esa visión de mi interior repleto
vació de pronto las cosas fatuas,
y abrió por completo mis ojos.
Quizás ahora que no llevo lastre,
que dejé aflorar las risas,
que mi palabra sale directa del corazón,
quizás ahora veo claramente
ni yo ni tú, ni este o aquél son tan distintos
quizás aprendí que los yoes se llevan muy por debajo de la piel,
donde el sol no atormenta,
donde la oscuridad protege
y se guardan el el cava de la soledad interna
para no ser heridos, nuevamente,
quizás después de haber sufrido demasiado,
veo con amor a los otros, ya no soy crítico.
Somos todos tan parecidos,
acaudalando nuestros pequeños tesoros
en cada pliegue, en cada mueca,
por debajo de las faldas de nuestra consciencia.
Somos todos tan iguales por dentro
aprendiendo a mostrar la sentida coraza
luciendo lo mejor posible
y pasar así, desapercibidos.
MEG

Imagen: Google