DESBORDAMIENTO

Cuando el río crece
se desorientan las orillas
y se pierden los cursos.
Repleto, no podrá más
que desbordarse,
y al hacerlo, con impotencia,
sufrirá el desmayo de las aguas.
Cuando el río crece y crece
te empuja la corriente imparable
y te sientes formar parte de un todo,
y también de la nada.
Cuando el río crece adivinas tus muertes
en las laderas fangosas,
y, con o sin suerte,
en las ocres aguas del mar.


Margarita Escuder Gea


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