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TE ECHO TANTÍSIMO DE MENOS.
Callar es a veces decirlo todo,
el silencio también se puede interpretar.
Y a veces no es huida, sino solemne decisión,
la sombra de no poder hacer nada más.
u ocultar el desenfreno del deseo.
El silencio explica más que las palabras,
puede ser un respeto absoluto
una sumisión o una rebeldía.
Hay silencios que duelen,
otros se desaperciben,
otros son como las olas, van y vienen,
casi todos retumban más que un estruendo.
Pero tu silencio se me hace llaga
porque necesito del timbre de tu letra
Que no es lo mismo leerte en pasado
que saber que tu pulso vivo
se ha pronunciado.
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